viernes, 12 de julio de 2013

En la industria forestal trabajan 300.000 argentinos

Los bosques nativos de la Argentina involucran alrededor de 30 millones de hectáreas, según el Inventario Nacional.




En la industria forestal trabajan 300.000 argentinos

Los bosques nativos de la Argentina involucran alrededor de 30 millones de hectáreas, según el Inventario Nacional.

La producción maderera argentina emplea entre 250 y 300 mil personas mientras que los bosques nativos de la Argentina involucran alrededor de 30 millones de hectáreas, y en la provincia de Misiones el sector  forestal genera alrededor del 50% del PBI.   

De este modo, "la necesidad de procesar la materia prima de los bosques en la zona de extracción promueve el desarrollo territorial mediante el agregado de valor en origen", aseguró INTA.

Los bosques nativos de la Argentina involucran alrededor de 30 millones de hectáreas, según el Inventario Nacional, actualizado periódicamente por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo  Sustentable de la Nación, destaca la agencia NA.

Esa superficie se distribuye en las distintas ecorregiones del país: Selva Misionera, Selva Tucumano-Boliviana o Yungas, Parque  Chaqueño, Monte Espinal y Bosques Andino Patagónicos.

Algunos de sus beneficios son intangibles y, por lo tanto, difíciles de valorar en términos económicos, como ser fuente de agua, de biodiversidad, de regulación climática y de provisión de servicios ecosistémicos –polinización, resguardo y formación de suelos, protección de cuencas hidrográficas–, que resultan muy  importantes para la vida cotidiana de las poblaciones rurales.

En la Argentina, la producción maderera presenta un potencial con fuerte impacto en el Producto Bruto Interno (PBI) de ciertas regiones y en la provincia de Misiones, por ejemplo, el sector  forestal genera alrededor del 50% del PBI. 

Si bien la producción y la investigación están orientadas principalmente a los bosques implantados y a la industria celulósica-papelera, la de menor escala –aserrado y productos madereros– se presenta como una oportunidad adicional para  industrializar la ruralidad.

"La necesidad de procesarla en un radio de entre 30 y 60 kilómetros –por su volumen y peso– determina que el agregado de valor sea en origen y tenga un fuerte impacto sobre el empleo local", según indicó Hugo Fassola, del Instituto Nacional de  Tecnología Agropecuaria (INTA) Montecarlo. 

Explicó que "toda la industria del aserrado y la transformación mecánica de la madera son procesos discontinuos, entonces ocupan  mucha mano de obra". 

A escala nacional se estima que el sector emplea entre 250 y 300 mil personas: "Es una producción que promociona el desarrollo  territorial, al que apunta el INTA", agregó el especialista.

Cuando el avance de la explotación de la madera o de la frontera agropecuaria se realiza sin un sentido técnico, puede tener consecuencias graves y poner en riesgo la integridad del bosque.

Fuente: MDZ Online / 12 de Julio de 2013